Abonos foliares

Abonos foliares

Los abonos foliares

Uso de los abonos foliares en bonsái y mecanismos fisiológicos de absorción de las hojas.

 Antecedentes

Entiendo que el camino del conocimiento en el bonsái pasa por aprender la base del funcionamiento vegetal, y una vez aprendido, llegar a dominarlo para nuestro beneficio y para el de nuestros árboles.

“Las hojas son órganos que se encargan de realizar el intercambio de gases O2 < CO2 necesarios durante la fotosíntesis y en todos los procesos bioquímicos de las plantas. Su función primordial, aparte de la fotosíntesis, es la evapotranspiración, con la que envía agua a la atmósfera. Pero los mecanismos que la hoja utiliza para expulsar esa agua, son los mismos que nos permiten introducir agua en ella, y gracias a esta peculiaridad, introducir también, abonos y otros productos necesarios (insecticidas y fungicidas sistémicos)”

Hace tiempo publiqué un artículo sobre la nutrición vegetal adaptado al mundo del bonsái. El título de dicho artículo era “El abono como herramienta”, donde trataba, aparte de los aspectos nutricionales básicos de los distintos elementos fertilizantes, su uso controlado encaminado a conseguir ciertos efectos en el comportamiento de los árboles. Considero que ya hay suficiente información acerca del abonado y la influencia de cada elemento en las plantas.

Aunque en ese artículo se trataban todo tipo de abonos, hacía hincapié sobre el abonado en riego o fertirrigación, ya que considero que es la única forma viable de mantener el control en todo momento.

Pero reconozco que este sistema no es de aceptación generalizada, y que los aficionados, en su mayoría, optan por los abonos sólidos de liberación lenta, ya sean orgánicos (biogold,etc.) o químicos ( Osmocote, etc.).

No se trata ahora de abrir una nueva vía, sino aplicar una herramienta complementaria (la fertilización foliar) al sistema habitual de abono.

Mi intención en este artículo al igual que en el anterior, es dar la información suficiente al lector para que pueda utilizarla por si mismo, y no ceñirse a recetas puntuales que solucionan pequeños problemas pero que nunca llegamos a comprender su funcionamiento.

Introducción a la fertilización foliar

En las plantas, el agua se mueve gracias a la diferencia de potencial hídrico entre sus órganos. El diferencial máximo es el existente entre la atmósfera y el interior de a epidermis, o capa externa de las hojas.Disueltas en la atmósfera hay muy pocas moléculas de agua, por lo que las del interior de la hoja son absorbidas por el aire circundante gracias a la diferencia de potencial hídrico. Al mojar la superficie de las hojas, invertimos el potencial hídrico, por lo que las moléculas de agua con los productos que en ella están disueltos, son forzados a penetrar a través de la cutícula, hasta que se vuelve a equilibrar el potencial hídrico.La diferencia de potencial entre el interior de la hoja y la atmósfera, hace que esta última evapore agua de su interior. Al estar la superficie de la hoja mojada con la solución de abono foliar, la diferencia de potencial entre la película de líquido en la superficie y el interior de la hoja hace que penetre en ella, de igual modo que es evaporado a la atmósfera. Esta evaporación hace que en el líquido restante aumente la concentración de abono, dejando en la lámina de la hoja depósitos de sales del abono una vez es evaporada toda el agua.La osmosis también contribuye a la absorción, ya que los fluidos internos de la hoja son más densos que el líquido con la solución de abono, y por tanto le líquido menos denso tiene tendencia a penetrar a través de cualquier membrana semipermeable hacia donde se encuentra el líquido más denso.”

Las plantas tienen un órgano especial para la absorción de nutrientes; ésta es la raíz. El sistema de raíces es una elaborada y eficiente herramienta para absorber los nutrientes de la solución del suelo. Es hábil para penetrar en todo el volumen del suelo, del cual puede absorber constantemente lo que necesita y en grandes cantidades, lo que es esencial para que la planta pueda completar su ciclo de crecimiento, y por lo tanto, es lógico que los fertilizantes sean aplicados al suelo para su asimilación radicular.

Desafortunadamente hay algunos factores que influyen sobre la disponibilidad de los nutrientes, que no pueden ser controlados con facilidad y que sólo pueden ser alterados muy lentamente, siendo algunos de estos los siguientes:

  • El ph del suelo (contenido de calcio activo en el suelo).
  • Contenido de material orgánico del suelo.
  • Condiciones climáticas (humedad, temperatura…).
  • Elevados niveles de algunos nutrientes (ya que pueden provocar interferencias con otros elementos).

Dado que bajo ciertas circunstancias los problemas nutricionales pueden darse, incluso si el cultivador de bonsáis intenta optimizar la fertilidad de su suelo, es evidente que, cualquier deficiencia que cause alguna forma de tensión en la planta, debe ser evitada, por lo tanto la aplicación del nutriente al suelo no es siempre una buena solución, especialmente por dos razones importantes:

  • Baja acción de las aplicaciones en raíces.
  • Los elementos aplicados pueden ser inmovilizados, incluso antes de que las raíces puedan absorberlos.

“Los estomas son los órganos por los que la planta intercambia gases con la atmósfera.
También expulsa moléculas de agua en forma de vapor a través de ellos.
Los estomas permanecen cerrados cuando no hay actividad fotosintética o cuando la planta sufre algún estrés, normalmente por falta de agua.
Si están abiertos, éstos pueden ser la mayor vía de entrada de la solución nutritiva del abono foliar, pero en el caso de que no sea así, debemos considerar que la penetración se verá reducida en más del 60%.”

Tras llegar a conocer estas desventajas de la fertilización del suelo, los investigadores han estado buscando una forma más directa y rápida de aplicar nutrientes: la fertilización foliar.

La fertilización foliar permite aplicar los nutrientes directamente sobre las hojas, para éstas, aunque su principal función no sea absorber nutrientes, sí tienen la capacidad de asimilarlos en cantidades relativa mente pequeñas.

De acuerdo con numerosas experiencias de campo y otras muchas investigaciones, la fertilización foliar está recomendada en las siguientes situaciones:

  • En caso de deficiencias del suelo.
  • En caso de una desproporción del nutriente del suelo (por ejemplo: alto nivel de K en el suelo puede provocar una deficiencia de Mg, alto nivel de P puede provocar una deficiencia de Zn).
  • En caso de una situación de fuerzo (dificultad de desarrollo de las raíces, malas condiciones climáticas)
  • En caso de una desfavorable situación del suelo para la disponibilidad de un nutriente (por ejemplo: un ph alto provoca deficiencias).
  • La fertilización foliar suplementaria y compensatoria es más eficaz que la fertilización de raíces, debido al alto grado de utilización de nutrientes aplicados.

Es importante apuntar, que a veces, la fertilización foliar es el único modo de curar de manera eficaz las deficiencias (por ejemplo: en el caso de deficiencias de micronutrientes).

El abonado foliar consiste en pulverizar la copa de los árboles con agua conteniendo disueltas, en bajas concentraciones, sales de macro o microelementos. Estas soluciones aplicadas a las hojas son asimiladas por la epidermis en un tiempo relativamente breve, 30-40 horas, aunque hay variaciones importantes dependiendo de la especie.

En nuestro caso, utilizaremos este tipo de abonado de modo estrictamente complementario al abono convencional.

Una de las acciones más evidentes de este tipo de aplicaciones es la intensificación de la fotosíntesis clorofílica, testificada por el color más intenso que asumen las hojas.

Las bases de la absorción foliar de fertilizantes con especial consideración a sus mecanismos de funcionamiento

Las principales funciones de las hojas son conocidas como fotosíntesis, transpiración y respiración. Es menos conocido que las hojas están preparadas para absorber substancias disueltas (como por ejemplo sales de potasio, calcio.., y también fórmulas más complejas como por ejemplo algunos fungicidas sistémicos) a través de su epidermis.

“Imagen tomada con microscopio electrónico de barrido de un estoma envuelto por depósitos de cera epicuticular, ésta es secretada por tricomas globulosos especializados, y es habitual en plantas adaptadas a medios áridos (Xerófitas)”

El mecanismo de la absorción de nutrientes a través de las hojas es muy complicado y ha sido objeto de muchos programas de investigación, por lo que nos llevaría demasiado tiempo analizar la absorción foliar en detalle. Con el fin de comprender mejor la absorción foliar es útil exponer alguno de los principios básicos:

1.-        Las células de las hojas tienen gruesas paredes celulares externas y están cubiertas con capas que repelen el agua (por ejemplo la cutícula y a veces capas de cera). Estas capas externas realizan la absorción foliar de fertilizantes mucho más difícil porque evitan la adhesión de agua sobre la superficie (las gotas caen de las hojas). La adición de un mojante a la solución, puede mejorar la adhesión del agua.

2.-        Por otra parte, hay algunas estructuras moleculares y celulares que pueden mejorar la absorción foliar de fertilizantes. La ectodesmata es un sistema de cavidades en las paredes de la célula (como diminutos canales) que conectan la cutícula con la plasmalema (o membrana más externa de la célula, es la misma vía que utiliza la mayoría de hongos patógenos para penetrar en las hojas). Los estomas son estructuras celulares que pueden permanecer abiertas o cerradas y pueden ser comparadas a los poros. Estos sólo se abren durante el día y únicamente si las plantas tienen un adecuado suministro de agua, en caso contrario permanecen cerrados para evitar pérdidas.

“En muchas especies, los estomas están agrupados en criptas estomáticas, cuya abertura es protegida por tricomes”

Recomendaciones sobre la fertilización foliar

Aunque la fertilización foliar tiene muchas ventajas, requiere por parte del usuario de una esmerada información, ya que esta técnica necesita con frecuencia de una atención especial de acuerdo con particularidades locales, tales como especies cultivadas, clima, localización, estadio vegetativo, horario de la aplicación y muchas otras circunstancias.

En ciertas plantas, para protegerse ante la excesiva evaporación en climas cálidos, ventosos, o muy secos, los estomas poseen cámaras estomáticas que están protegidas por tricomas (pelos), que disminuyen la velocidad
de evapotranspiración. En otras, se forman capas cerosas en la superficie de las hojas que proporcionan la misma protección.
Para aplicaciones de abonos foliares, esto es un inconveniente, ya que impide que el agua contacte físicamente con el estoma. Para superar este inconveniente, es aconsejable aplicar algún producto humectante (tipo “mistol” o algún otro detergente neutro) que rompa la tensión superficial de la solución.

Las siguientes realidades sobre la fertilización foliar nos dan una gran cantidad de información sobre cómo aplicarla:

a)-        La fertilización foliar no puede actuar como un sustituto de la fertilización del suelo para los principales nutrientes (N, P, K, Ca, S, Mg), en cambio, sí puede ser suplemento de un programa completo de fertilización del suelo, de manera altamente efectiva. Las deficiencias de estos elementos deberán ser subsanadas con aplicaciones en el suelo, la fertilización foliar es sólo adecuada aplicar en pequeñas cantidades del elemento que reduce el efecto de una fuerte deficiencia. Sólo los micronutrientes, que el bonsái necesita pequeñas cantidades pueden ser aplicados totalmente a través de las hojas.

b)-       La fertilización foliar es más eficaz cuando los nutrientes son aplicados en estadios bien definidos crecimiento, que dependen parcialmente del mismo nutriente y también del producto sobre el cual debe actuar.

Para los elementos N, P y K puede decirse que los ideales estadios crecimiento son:

1.-N (Nitrógeno: un elemento afecta sobretodo al crecimiento vegetativo de las plantas):

-Durante el período de fuerte crecimiento vegetativo.

-Sobre plantas con un fuerte desarrollo de hoja (por ejemplo: los caducifolios).

-Puede también ser aplicado estimular el crecimiento después de períodos difíciles, tensión, (por ejemplo: después del trasplante, sequía, período invernal, enfermedad…).

2.- P (Fósforo: Influye en el desarrollo de las raíces, el cambio de crecimiento vegetativo a crecimiento generativo (floración y fructificación en frutales)

-Especialmente en la época de floración

3.- K (Potasio: Especialmente plantas que tengan frutos):

-En la fructificación.

-Durante la formación de raíces y tejidos de reserva.

Es recomendable aplicar los micronutrientes en la mayoría de las especies al principio del crecimiento, para que las deficiencias puedan ser evitadas y se garantice un normal desarrollo de la planta. Naturalmente es necesario un follaje suficiente para esta forma de fertilización.

Los macronutrientes sólo pueden ser aplicados como sales, pero los micronutrientes pueden ser aplicados como sales o como quelatos.

Las sales son difícilmente absorbidas y también transportadas en las plantas (después de un tratamiento con una solución de salina, el reverdecimiento sólo se manifiesta sobre los lugares donde las gotas cayeron sobre las hojas: para obtener un completo reverdecimiento de las hojas son necesarios varios tratamientos). En cuanto a los quelatos, son absorbidos fácilmente y son muy móviles en las plantas (la hoja completa re verdece rápidamente tras un trata miento), esto es debido a que sólo se requiere una pequeña dosis para obtener buenos resultados.

  1. c) Existen varios factores ambientales que influyen en la absorción y en el traslado de un fertilizante o en otras palabras en su efectividad.

Algunos de estos factores son:

– Temperatura (no demasiado alta o no demasiado baja):

– Baja temperatura: el metabolismo de la planta es demasiado bajo para una buena absorción y traslado.

– Alta temperatura: la solución aplicada se seca demasiado rápido sobre la hoja así que la planta no tiene tiempo suficiente para absorber el fertilizante.

– Humedad: Si hay una alta humedad en el aire la hoja permanece húmeda por más largo período de tiempo, facilitando a las plantas absorber más nutrientes.

– Hora del día: los estomas están abiertos sólo durante el día, con la condición de que las plantas tengan un adecuado suministro de agua.

– Sequía: la falta de agua en el suelo hace casi imposible para la planta la absorción de nutrientes. La fertilización foliar puede proveer algunos de los nutrientes que la planta requiere.

  1. d) También las condiciones del aplicador de la solución influyen en la efectividad del fertilizador foliar:

– Agentes humectantes: mejoran la adhesión de las gotas sobre las hojas para que el fertilizante sea mejor absorbido

– La adición de Nitrógeno (por ejemplo urea o aminoácidos) a menudo mejora la absorción de otros nutrientes.

– Naturaleza química del producto: tipo de sal, tipo de quelato, elemento simple o mezcla.

– ph: se recomienda casi neutralidad.

  1. e) Finalmente hay algunos factores relacionados con las plantas que influyen en la efectividad de la fertilización foliar.

– El espesor de la cutícula y la capa de cera de la hoja, la cantidad de estomas sobre la hoja.

– Edad de las hojas: la translocación en hojas viejas es mejor que en hojas jóvenes.

– Edad de las plantas: las plantas viejas absorben menos que las jóvenes y que las adultas.

– Estadio de crecimiento: en el estadio de crecimiento exponencial hay una máxima absorción de nutrientes: las hojas son altamente eficaces absorbiendo nutrientes durante este período.

– Condición de la planta: las plantas con deficiencias absorben más que aquellas que gozan de un status de nutrición ideal.

 

“La planta, a las 16 horas del tratamiento ya ha absorbido el 50% del producto, y en 24 h el 80%. La adición de algún producto humectante, acelera la absorción en la mayoría de especies, pero especialmente en las procedentes de zonas áridas.”

 

  1. f) La fertilización foliar mejora la salud general de las plantas, activa el metabolismo y la asimilación de las mismas e incluso mejora, en algunos casos la absorción de nutrientes por la raíz.

 

Conclusión

 

Actualmente existen en el mercado excelentes productos formulados específicamente para su aplicación vía foliar, los mejores incluyen aminoácidos, y están preparados para ser usados para situaciones concretas en arboricultura. Encontraremos diferentes formulaciones útiles para nosotros, desde abonos sin N, sólo con N y P, etc.

Debemos aplicarlos cuando sean necesarios, a modo de ejemplo podemos plantear su uso en las siguientes situaciones:

-Después de un trasplante (siempre que el árbol tenga hojas para asimilarlo)

-En árboles recuperados (alimentará las hojas enriqueciendo la salvia mientras ésta nutre a las raíces)

-En acodos de lenta evolución (al cortar la salvia ascendente privamos a las hojas de parte de su alimento, al abonar vía foliar, aumentamos la riqueza de la salvia y aceleramos el proceso de formación de nuevos tejidos)

-En primavera (cuando los árboles necesitan un mayor aporte de nutrientes)

-En otoño (con abonos poco nitrogenados para acumular reservas y fortalecer tejidos antes de la llegada del frío)

Las aplicaciones foliares han de hacerse con poca frecuencia con el fin de no cansar las hojas. Su correcta aplicación se realizará siguiendo las instrucciones del fabricante, nunca se modificará la dosis, ya que ésta es fruto de numerosos estudios y podríamos sufrir daños en nuestros árboles tanto por exceso como por defecto.

 

Autor: Antoni Payeras

Artículo publicado en Bonsái Actual nº: 103 (2006)